Mientras observo repetidamente la misma escena romántica de dos personas que se aman de una manera peculiar, noto que más alla de estar viendo una sencilla cinta, estoy repasando viejas memorias de alguien que alguna vez encarnó aquel personaje. Mejillas suaves, manos entrelazadas, palabras que incluyen el "para siempre" muy a menudo...
Tantas veces he estado cerca de sacrificar mi mundo entero por alguien, me he encontrado sonriendo ante la idea de cerrar los ojos y saltar hacia un oscuro lleno de gamas de grises y pocas opciones, de hecho... una opción, amar. Y mientras sigo caminando en círculos, considerando la opción de no escuchar a nadie más que a mí, he tenido que bruscamente retroceder hacia la fría pero sabia razón que no puedo, por más que quiero, callar.
Es por esto que me encuentro hoy en día en la misma posición que hace muchos años, sobre analizando los bordes de mi mente, puliendo las asperezas en mis decisiones, tratando de que mis pies encuentren una forma en la tierra que pisan, que finalmente calce con sus constantes tropiezos, de manera que no caiga una próxima vez. Pero creo que es de humanos caer, y mucho más mío, reír ante el error. Podría llorar, gritar o quizás maldecir en el peor escenario, pero elijo la risa, es más convincente y brutal mi propia burla que la de otros. Creo que me duele reír, mucho más que llorar. Y aquello, no pasa desapercibido.
No es invisible la huella de mis experiencias, ni los cambios en mi mentalidad. Lo que aprendí por terca y lo que perdí por débil. Siempre está el nuevo amanecer, con las ganas renovadas de empezar en blanco otra vez, y hacer ligeros trazos que no marquen rastros si es que cometo otro error... tratando de siempre poder volver atrás. Pero he ahí el condicional de vivir, no se puede volver atrás. No hay cómo callar lo dicho, o retirar el insulto... no hay como dar lo que ya no se dió. Hay un momento especial para todo. Hay un tiempo en el que todas las cosas se sienten más intensamente, el café es más dulce, de repente el calor no molesta, las sonrisas se derraman sin esfuerzo y es muy fácil dejarse llevar.
De qué estaré hablando?...
No lo sé...
Pero lo he percibido una vez más...
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1 comentario:
La falta de calor... si. Recuerdo eso.
Cuando no se siente puede ser a veces, cuando más se siente.
Abrazo y lluvia desde acá.
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